Podríamos decir que todos nosotros tenemos en nuestro interior múltiples voces o yoes, entre ellos un femenino-masculino más allá del género, y que conforman la unidad del Ser.
Podríamos decir que todos nosotros tenemos en nuestro interior múltiples voces o yoes, entre ellos un femenino-masculino más allá del género, y que conforman la unidad del Ser.